jueves, 2 de diciembre de 2010

Conclusiones

El acogimiento familiar funciona bien como medida de protección. Los hogares acogedores tienen una buena capacidad para responder a las necesidades básicas de los niños en acogida. Aunque resulta lógico que los niños acogidos presentan más dificultades que los niños no acogidos.

En general las familias están muy contentas con sus acogidos y con la experiencia del acogimiento. Por tanto parece que el acogimiento es una medida de protección que debe ser potenciada como una alternativa satisfactoria tanto para niños como para las familias.





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