sábado, 27 de noviembre de 2010

La despedida

Después de haber conseguido unos lazos emocionales entre el menor y su familia acogedora, la despedida siempre es difícil, para ambas partes. Sin embargo, la familia acogedora debe tener esto muy presente, es decir, desde el principio ser consciente de que el acogimiento es temporal y que ese momento llegará. No obstante, la familia acogedora debe tener claro que el tiempo compartido con el menor contribuye para un mejor futuro de éste, ya que la familia acogedora suele convertirse en un apoyo y un punto de referencia, y de ésto uno puede estar muy orgulloso. Además, la despedida debe ser de forma paulatina y es conveniente que los lazos de amistad establecidos tengan una continuidad.




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